Amargura

Si, amargura, que tal, así como me acuerdo de mi gran amigo del otro lado del charco, es lo que me ofreció el equipo dentro de la cancha. Esta fecha, la 6º, era cuando iba a aparecer el equipo, pero se ausentó sin aviso. Salí presuroso del laboro para llegar a un estadio con su popular cubierta y buena asistencia en las gradas, pero el frío que se sintió terminado el partido fue por culpa del clima y del equipo. Hace mucho que no veo un River sin ideas, sin control del juego, sin hilvanar una jugada seria y comprometida. Si, son casi todos los que salieron campeones, pero parecían desconocidos. Como siempre digo, el amor es incondicional a los colores, pero por favor, espero me vayan devolviendo dentro del estadio el honor y la dignidad riverplatenses.